jueves, 26 de junio de 2014

Disfunción somática y Lesión posicional

DISFUNCIÓN SOMÁTICA Y LESIÓN POSICIONAL: EL ORÍGEN DE LA ALTERACIÓN DEL MOVIMIENTO

En nuestra vida cotidiana y especialmente en la realización de actividad y/o ejercicio físico, sentimos muchas veces, a pesar de estar en un buen estado de forma, la imposibilidad de realizar determinados gestos o actividades,  incluso en innumerables ocasiones acompañado de cuadros dolorosos, con limitación de la movilidad  y/o  de impotencia funcional,  sin aparentemente padecer ninguna lesión o trastorno, y sin ningún diagnóstico médico de que nos justifique lo que nos está pasando. Es en esta situación donde debemos comprender que existen lesiones que denominamos como Disfunción Somática (DS) que son invisibles a los métodos de diagnóstico tradicionales y que desgraciadamente aún son una entidad desconocida y a veces ignorada dentro de la medicina, todo y su reconocimiento como término diagnóstico válido y codificable en la Clasificación Internacional de Enfermedades (1).

La DS se ha convertido en una de las bases del razonamiento en la medicina osteopática, y está definida por la American Association of Colleges of Osteopathic Medicine como el deterioro o la alteración funcional de los componentes asociados al sistema somático (estructura corporal): esqueléticos, articulares, miofasciales y elementos vasculares, linfáticos y nerviosos relacionados (2).


Haciendo una interpretación desde esta compleja definición podemos decir que la DS se inicia  como una reacción inicialmente local, caracterizada por  la aparición de una fijación en un segmento corporal (A), capaz de provocar  alteraciones en la función corporal global, tanto en su mecánica (B) como en su fisiología (C). Si vamos a un ejemplo, podemos decir que cuando se produce una agresión a un tejido (vértebra) por una causa externa  (traumatismo), este tejido debido a mecanismos fisiológicos complejos (respuesta del sistema nervioso central) quedará fijado en una posición determinada, comportando una pérdida de la movilidad normal y la aparición de una reacción local inflamatoria y de dolor (A).  Esta, a su vez , producirá cambios en el funcionamiento mecánico de toda la zona de influencia de dicho tejido con una pérdida de movilidad y dolor en toda la zona o zonas de influencia (B), y a su vez producirá un mal funcionamiento de esta región  y de todos los tejidos que rodean al mismo e incluso a otros sistemas lejanos al origen de la lesión (C).

                           A                                                       B                                               C

Entre las posibles y más frecuentes causas de la DS encontramos los traumatismos, el stress mecánico recurrente, ciertas perturbaciones posturales , problemas psico-emocionales, enfermedades orgánicas y/o perturbaciones de la función visceral, y en algunos casos, ciertos  métodos terapéuticos como la ortodoncia, intervenciones quirúrgicas, mala praxis por parte de terapeutas físicos…

La evidencia científica si bien ha resuelto satisfactoriamente como se produce la respuesta local y la aparición de la restricción del segmento corporal  afectado, así como sus relaciones en los mecanismos del dolor (3-4-5), no ha resuelto  todavía si pueden producirse respuestas en los tejidos viscerales (6).

En la evolución clínica si bien, en un principio,  la DS puede pasar inadvertida o oculta por la propia lesión o reacción local, una vez pasada esta fase, empezará de forma lenta y progresiva a manifestar alteraciones que muchas veces no se relacionaran con la lesión inicial, tales como la limitación de movilidad, el dolor en otras zonas e incluso, tal y como hemos mencionado, en otras funciones del organismo, llegando a producir incluso cambios en la densidad del propio hueso (7).  Es por este echo, que  en mi opinión, el restablecimiento correcto de la DS y de la función mecánica, además de mejorar el movimiento y los procesos del dolor, evitará consecuencias a largo plazo sobre los cambios y el deterioro de los tejidos involucrados en el proceso. 

El diagnóstico de la DS,  es tremendamente complejo y es la clave para el tratamiento. Se hará en base a :

a)     La sintomatología del paciente (anamnesis).
b)    La observación postural y neurológica.
c)     La palpación y valoración de la restricción local del movimiento del segmento corporal afectado.
d)    La evaluación de la biomecánica global.

El osteópata, utilizará los conocimientos  de la metodología osteopática así como de los medios  complementarios de diagnóstico por imagen y de diagnóstico diferencial que descarten otras patologías que necesiten intervención de otros médicos especialistas, hasta llegar al diagnóstico osteopático que será la base de todo el tratamiento.

En algunas ocasiones , sobretodo en determinadas zonas de la columna vertebral (zona cervical superior y zona lumbo-sacra) estas lesiones inducen un cambio observable (mediante RX) en la posición de la vértebra afectada. Es en este caso que hablaremos de lesión posicional (LP)(8).

Estas LP, normalmente, son consecuencia de traumatismos importantes (caídas, accidentes de tráfico…) y cursaran con importantes manifestaciones tanto a nivel de dolor como en la restricción de movilidad, y necesitaran una intervención muy determinada y precisa para su corrección, por lo que se necesitará la intervención de osteópatas especializados en técnicas de  ajuste específico (S.A.T) 


El tratamiento de la DS consistirá en realizar estímulos sobre el segmento afectado mediante técnicas de reprogramación para recuperar el movimiento, restableciendo así los mecanismos fisiológicos normales,  eliminando el dolor, y retornando al organismo su capacidad para expresarse en su máxima amplitud.
Entre las técnicas osteopáticas más habituales encontramos:

a)      Técnicas de corrección miotensiva: Basadas en los principios de F. Mitchell, constituyen un método de terapia manual que utiliza la contracción voluntaria del músculo con el fin de restituir la movilidad articular en una DS, considerando al músculo como el responsable principal de la restricción del movimiento (9)

b)      Técnicas de movilización articular y técnicas de manipulación de la columna: Son formas de tratamiento comúnmente utilizadas. La manipulación de la columna vertebral difiere de la movilización, ya que implica un empuje súbito, a alta velocidad y de corto recorrido articular, que generalmente no puede ser resistido por el paciente, mientras que la movilización implica una baja velocidad, en el que el  movimiento pasivo puede ser limitado o incluso interrumpido por el paciente (10). Estos métodos son eficaces sobre el tratamiento del dolor debido principalmente  a su efectividad en la  mejoría de la movilidad de dicho segmento (11)

c)      Técnicas de manipulación visceral: Está basada en la aplicación específica de fuerzas manuales suaves que  ejecutadas sobre una víscera y los tejidos de sostén de la misma, estimulan la movilidad normal, el tono y el movimiento de estos. (12)

d)      Técnicas de relajación miofascial: Son técnicas manuales suaves, que se basan en el principio de agravación o facilitación de la lesión, ampliamente utilizadas para liberar restricciones fasciales y restaurar la movilidad de los tejidos. (13)


El tratamiento de la LP, tal y como he citado anteriormente, se realizará mediante  técnica de S.A.T.  El objetivo de esta técnica, de máxima precisión, es  invertir la lesión debida a los vectores provocados por el traumatismo. La técnica de manipulación estará dirigida en función de los componentes de movilidad restringida en la exploración cervical y evidentes mediante el estudio Radiológico (14).

En el caso clínico presentado a continuación, de un varón de 40 años que presentaba dolor agudo con severa limitación de la movilidad del cuello,  post accidente de esquí con contusión directa sobre la cabeza y la columna cervical,  podemos ver como la posición anormal de la 3ª vértebra cervical, obliga a la columna a invertir su posición, afectándose así todo el arco cervical. Después de la corrección (la radiografía posterior fue tomada dos horas después de la manipulación), se puede observar el cambio de posición de la vértebra y la restauración de la curva cervical normal (lordosis fisiológica).

El paciente presentó una mejoría notable del dolor y la recuperación completa de la movilidad del cuello al día siguiente del tratamiento. 


    Lesión posicional cervical en C3                                Post tratamiento técnica de SAT

No me gustaria terminar este post, sin recordar, que la osteopatía actualmente en el Estado español, a diferencia de países como Inglaterra o Estados Unidos en que si lo es, no es una profesión sanitaria reconocida.
Siguiendo los criterios especificados tanto por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como por la Federación Europea de Osteópatas (EFO), la osteopatía solo debe ser practicada por  profesionales sanitarios con formación universitaria de Máster en Osteopatía.


Joan Parera Turull
Osteópata D.O. - MSc Medicina Clínica


Bibliografía:

1.  M99.0 -apartado de disfunciones biomecánicas.
2. American Association of Colleges of Osteopathic Medicine. Glossary of osteopathic terminology. http://www.aacom.org/resources/bookstore/Documents/GOT2011ed.pdf. Updated 2011
3. Hutson M   Ellis R.  Textbook of musculoskeletal medicine. Oxford ; New York: Oxford University Press; 2006. 550 p.
4. Van Wilgen CP, Keizer D. The sensitization model to explain how chronic pain exists without tissue damage. Pain Manag Nurs. 2012;13(1):60-65.
5. Latremoliere A, Woolf CJ. Central sensitization: A generator of pain hypersensitivity by central neural plasticity. J Pain. 2009;10(9):895-926.
6. King HH, Patterson MM, Jänig W. The science and clinical application of manual therapy. Churchill Livingstone/Elsevier; 2010.)
7. Fessenmeyer MO: L’os, un élément de diagnostic. Sully 2008
8. Dummer,T.: Specific Adlusting Technique – Jotom publications 1995
9. Almazán G, Martínez E. Técnicas de energía muscular. Principios y aplicaciones. Fisioterapia 2000, 22 (Monogr.1): 3-10, 7 ref.
10. Paciaroni M, Bogousslavsky J. Cerebrovascular Complications of Neck Manipulation. Eur. Neurol. 2009;61(2):112–8.
11. Picelli A, Ledro G, Turrina A, Stecco C, Santilli V, Smania N. Effects of myofascial technique in patients with subacute whiplash associated disorders: a pilot study. Eur. J. Phys. Rehabil. Med. 2011 Dec;47(4):561–8.
12. Barral JP, Mercier P. Manipulations viscérales. Paris: Elsevier; 2004.
13. Tozzi P, Bongiorno D, Vitturini C. Fascial release effects on patients with non-specific cervical or lumbar pain. Journal of Bodywork and Movement Therapies. 2011 Oct;15(4):405–16.
14. Brousseau P. De la spinologie à l’ajustement spécifique ostéopathique. Aix-en-Provence: Éd. de Verlaque; 2003.



lunes, 2 de julio de 2012

Los riesgos de la manipulación cervical y la hipérbole de susdetractores



La moda (del francés, mode y éste del latín, modus, modo o medida) indica en su significado más amplio una elección o, mejor dicho, un mecanismo regulador de elecciones, realizadas en función de criterios subjetivos asociados al gusto colectivo.
La moda son aquellas tendencias repetitivas, ya sea de ropa, accesorios, estilos de vida y maneras de comportarse, que marcan o modifican la conducta de las personas.

¿Y porqué empezar hablando de moda?

Porqué en estos tiempos, en que dentro de los profesionales que utilizamos la terapia manual lo funcional es lo que se lleva, parece ser que la moda impone este criterio como único.
Porqué  la palabra clave es lo biopsicosocial, con la cual no es que esté en desacuerdo, pero creo que puede generar un relativismo en el análisis de los factores que determinan la salud y la enfermedad.
Porqué en estos tiempos en que el estructuralismo está desfasado (curioso que aún así los osteópatas que defienden esto siguen postulando a Still, olvidando el primer principio en que la estructura gobierna la función),  los que creemos en la importáncia de la biomecánica y su entorno estemos en vías de extinción..
 Porqué en estos tiempos en que  las manipulaciones vertebrales a alta velocidad y baja amplitud (HVLA) son el máximo paradigma de la peligrosidad, los hay que creemos que el peligro es la ignorancia sobre las mismas.
Todos estos factores “de moda” nos pueden hacer caer en el error de crear falsos postulados a veces aferrados a un método científico que puede ser más que discutible, y como cita  Karl Popper en  La lógica de la investigación científica « Las teorías son redes que lanzamos para apresar aquello que llamamos el “mundo”: para racionalizarlo, explicarlo y dominarlo. Y tratamos de que la malla sea cada vez más fina.»


Desde mis orígenes en el mundo de la Osteopatía, y en mis 15 años de especialización en el tratamiento de la columna cervical mediante técnicas manipulativas vertebrales a alta velocidad,  he intentado tanto en la práctica clínica como en mi actividad docente intentar ser lo más riguroso posible y estudiar las diversas teorías sobre como el “desajuste” estructural (sería más correcto denominarlo neuro-estructural) puede influenciar sobre la función del cuerpo, atendiendo a la gran relevancia y prevalencia de las lesiones cervicales en numerosos casos de disfunción.
En este contexto las técnicas de manipulación vertebral cervical a alta velocidad son una herramienta imprescindible para el tratamiento de las lesiones posicionales cervicales pues son capaces de provocar un estímulo propioceptivo y de influenciar los mecanismos neurológicos, bioquímicos  y vasculares  con una potencia inigualable para “reprogramar” la función vertebral y el posicionamiento normal de la columna cervical, e influenciar así en la correcta fisiología del individuo.

Pre Manipulación 
Post manipulación




"clicka" para visualizar el video (en este video elaborado en base de las 2 radiografías cervicales, tomadas en dos horas de diferencia antes y post manipulación, podéis observar el resultado de una manipulación vertebral a alta velocidad,  mediante técnica de SAT,  en una lesión posicional de la tercera vértebra cervical.)









Lo que es imprescindible, es que el profesional tenga un criterio diagnóstico claro de cuando y a quien se debe o puede aplicar este tipo de técnicas, ya que tienen ciertas contraindicaciones y  no todos los terapeutas manuales tienen los conocimientos necessarios para realizar este tipo de manipulaciones, y muchos de ellos  no utilizan los protocolos de seguridad adecuados para minimizar los riesgos: Control radiológico previo, valoración neuro-vascular, uso de pruebas complementarias (Doppler, angio-RNM), y una ejecución técnica de gran precisión sin parámetros de tracción y de mínima rotación para evitar la solicitación o compromiso de la artéria vertebral.
A partir de aquí hablar de riesgo es llevar malintencionadamente las técnicas de manipulación a un terreno interesado. Si entramos en debate sobre peligrosidad de las técnicas o procedimientos en la  práctica médica, ya sean quirúrgicas o en la prescripción farmacológica, no existiría tal , y los profesionales de la salud nos tendríamos que resignar a  practicar “imposición de manos” para intentar mejorar la salud de los pacientes.
Revisando la literatura sobre los riesgos (no sea que se me acuse de no haber tenido en cuenta la ciencia), Coulte (1996), Terret (2001) o Renaudeau (2012) en sus  revisiones sistemáticas dan un índice de siniestralidad de 2 a 20 por millón de las cuales solo el 5% habrían sido causadas por osteópatas, siendo de 1000 accidentes graves por millón en el tratamiento por AINES!! Por lo tanto, según estos estudios, la manipulación es abrumadoramente más segura que los tratamientos convencionales para el dolor de espalda.

Señores detractores, las cifras y el sentido común  hablan por si solos, y solo  la ignorancia o la mala intención pueden justificar su actitud en contra de las técnicas manipulativas de alta velocidad.

Felices Vacaciones!


Joan Parera


viernes, 1 de junio de 2012

Los talibanes de mi(s) profesión(es)


Des de mi entrada en el mundo profesional y últimamente con la ayuda  del twitter y de los blogs, he intentado seguir a gente  muy dispar dentro de mi(s) profesión(es) , siempre des del respeto y muchas veces admiración, con la intención de estar al corriente de que pasa en nuestro fantástico mundo. En general (y por suerte) , la experiencia ha sido enriquecedora: acceso a artículos científicos, opiniones de gente muy interesante... pero desgraciadamente y últimamente en estado creciente, también me he encontrado con los talibanes de nuestra(s) profesión(es).
Es difícil  de por si, convivir entre dos profesiones semejantes, con algunas diferencias claras de origen y principios y a la vez grandes similitudes,  y si bastante complicado es, para mejorar la paz y convivencia y acercar posiciones, solo faltan ellos:  los talibanes de nuestra(s) profesión(es):
Por un lado los dioses osteópatas, capaces de faltar al respeto al resto de profesionales de la salud, capaces de presumir de estar por encima de los fisios  (y de cualquier alma viviente) y con vocación de médico frustrado, capaces de afirmar en público que los fisios no tienen tacto, capaces de expulsar a miembros de su registro porque se codean con fisios, capaces de despreciar lo que ellos consideran que no es osteopático (a veces me gustaría saber con que criterio), capaces de afirmar que con su prepotente tacto (el que no tienen los fisios) pueden saberlo todo, capaces de olvidar su origen y por lo tanto de perder su identidad…
Por otro lado los súper fisios, capaces de menospreciar todo lo que ellos consideran paranormal (prefieren llamarlo paramédico), sea osteopatía, acupuntura, homeopatía (y a ellos que les importa la homeopatía?) olvidando los grandes agujeros que existen al respecto en el mundo de la fisioterapia,  capaces de hablar de evidencia científica sin haber hecho ni tan solo leído  un ECA en su vida, capaces de afirmar que 1500 horas no sirven para nada, capaces de obsesionarse con la palabra Osteopatía, capaces de olvidar su destino y por lo tanto de perder su condición.
Estos son los talibanes de mi(s) profesión(es), gente capaz de hacer que aborrezca el nombre(s) de mi profesión (es), por lo que a partir de ahora quizá me haré llamar diplomado en espinología o Espinólogo D.O. , pues quizá así (aunque lo dudo) me dejaran disfrutar, en paz,  de mi auténtica profesión!!

domingo, 20 de mayo de 2012

Osteopatia versus fisioterapia

Aprovechando la respuesta a @carcasor, inicio mi camino en el mundo del blog...

Buenas tardes,
Este viernes, después de reponder un par de tweets a @carcasor, i comentar la dificultat de responderle via twitter, pensé hacer una entrada de blog para exponer mi punto de vista. Ya que @carcasor se me ha adelantado, voy a escribir lo que pienso sobre el tema:
La respuesta es fácil y simple (aunque un poco larga), y no reponde a un problema de marketing como algunos comentais, sinó a la existència de una profesión sanitaria de primera intención, regulada en algunos países un poco más desarrollados que el nuestro, llamada Osteopatía, y que sus miembros responden al nombre corperativo de Osteópatas D.O.
Que historicamente en España la profesión se haya desarrollado principalmente des de la fisioterapia, no quiere decir que los que hayamos estudiado osteopatia, renunciemos a nuestro orígen ni quememos títulos, sinó que nos sentimos osteópatas i nos anunciamos bajo este denominativo.
Personalmente no pienso que esto sea malo ni bueno para la fisioterapia ni para los fisioterapeutas, aquí y en el twiter se comenta  lo de sentirse superior o mejor, que  gran tontería!, en todas las profesiones existen energúmenos que utilizan mal sus recursos e incluso venden comparativas con las que no comulgo, y evidentemente en el colectivo de osteópatas también hay integristas, que no representan ni mucho menos nuestro colectivo. De la misma forma existen auténticos talibanes en el mundo de la fisioterapia que nos tratan de pseudociencia o cosas similares.
Bien, igual que @osteosport pienso que estos debates son un poco estériles, y lo que tenemos que hacer es intentar disfrutar de nuestra profesión , seamos médicos, fisioterapeutas o osteópatas y dejar de obsesionarnos por nuestra carta de presentación, y por lo tanto creo que hay que respetar lo que nos sentimos sin renunciar a  nuestros orígenes.
En cuanto a las universidades y como coordinador de los estudios de osteopatía de La Facultat de Ciencies de la Salut Blanquerna (URL) nosotros decidimos abrir el postgrado a profesiones sanitarias (no hemos aceptado a ningún estudiante de ciencias de la salud no sanitario, tales como farmaceuticos, INEF, psicólogos...) pues pensamos que la Osteopatía no tenía porque ser una exclusividad de los fisioterapeutas pero si de las titulaciones sanitarias, pues como ya he expuesto la Osteopatía es una profesión sanitaria en otros países y quizá mañana se enseñará también en facultades como las de medicina.
En cuanto a pertenecer al colegio de fisioterapeutas, la respuesta es que en España no existe esta profesión y por lo tanto pertenecemos al colegio profesional de orígen , y ojalá algun dia, y pongo el ejemplo de los procuradores de los tribunales, que siendo abogados, tienen un colegio profesional propio,  también será esto posible para los osteópatas.
Solamente añadir que siento un profundo respecto para mi colectivo de orígen y que siempre intento defender al máximo este gran profesional que es el fisioterapeuta, y no olvido nunca que lo soy, aunque en este momento practico otra profesión llamada Osteopatía.
Saludos!
Joan Parera
Osteópata D.O.
@osteoterrassa